Consideramos el sistema de sociocracia, como forma de organizarnos y tomar decisiones, pero sin descartar otros sistemas, como el democrático y no jerarquizado, donde todos los socios intervendrán mediante comisiones de trabajo en el desarrollo del proyecto, respetando las diferentes capacidades y disponibilidad de cada miembro.
Cada comisión tendrá funcionamiento autónomo, basado en la confianza del grupo y presentará su trabajo una vez finalizado al resto de las comisiones, para su validación o discusión. La sociocracia se basa en los valores de inclusión, transparencia, bien común, reconocimiento de todos y todas, contemplando y observando la diversidad. Se caracteriza por la necesidad de plantear la cuestión al grupo y que el grupo la reconozca como siendo una cuestión de interés colectivo/común; por la recopilación y el intercambio de información (apropiación del tema por parte de cada integrante del grupo), por la reflexión colectiva (todos los aspectos, la construcción de soluciones), por la toma de decisión y la implementación de esa (con todo lo que ello requiere en términos de acciones específicas). Dedicando tiempo a cada paso, dejando que la decisión colectiva madure,
En otras palabras, opta por un proceso de reflexión y decisión inclusivos y consensuados, pues ser mujer, hombre, niño o niña de una u otra cultura, educación, clase, color, orientación sexual, generación, etc. hace que la persona se plantee y pregunte cosas que a otras personas no se les hubieran ocurrido. Es un proceso decisional lento y enriquecedor.
La toma de decisiones por consenso, se basa en el supuesto de que todas las personas se preocupan por el bien común. El reto es la pregunta/solución y no el tener razón/lo individual. No se trata de competir, sino de colaborar. Esto requiere que se comparta la información de fondo entre todas las personas, que se pregunten y aclaren las dudas, que se conozcan los criterios y las prioridades comunes y que se decida entre todos y todas. Se trata de un proceso inclusivo y, desde luego, no de una lucha de poder. Todas las posiciones son legítimas.
Pretendemos que las decisiones y acuerdos se tomen, siempre que sea posible, por consenso y/o consentimiento evitando la ejecución de votaciones por mayoría y permitiendo a todas las socias y socios expresar su opinión enriqueciendo la visión general para el grupo.
Somos conscientes de que el voto por mayoría suele ser más rápido a la hora de tomar decisiones, pero no permite atender a la posible insatisfacción de la minoría o considerar que la propuesta de la minoría podría ser o acercarse más a la solución del problema planteado.